Sentado, desesperado, un poco cansado de mi mismo,
De escribir solo silencios, de que las letras
Vengan a ser insignificantes para mis musas, para mis lectores.
Pensando un buen tema sobre el cual escribir,
Frente al ordenador, buscando comodidad,
En el mismo sillón de siempre...mente en blanco.
Los duendes corren a la sociedad,
Corren y recorren cuerpo y alma de mi musa,
Y al volver a mi cabeza...tomo el teclado,
Y comienzo a escribir, a desenredar los duendes.
Después de cuatro inviernos al calor de las letras
He aprendido...
Escribir es recibir... Silencios (aunque no siempre es así, algunos si aprecian)
Recibir es venderse... El arte no se vende.
No, no hay precio... Me quedo con el aprecio.
Claro el arte no se vende!
ResponderBorrarno hay precio, me quedo con el aprecio...
ResponderBorrargracias por tu comentario mulier, un saludo.
Escribir es dar, y a veces sin recibir nada. Cómo si gritaras ante un abismo sin saber si nadie responderá, si ni siquiera alguien te escucha. Pero no puedes dejar de hacerlo. No quieres dejar de hacerlo. No debes dejar de hacerlo
ResponderBorrarGracias por tu comentario Ivan...
BorrarEl principal aprecio no lo damos nosotros mismos.
Un saludo...
No...escribir no tiene precio, es hablar sin pronunciar palabras...es hablar para las personas que no pueden oír, y que sólo pueden escuchar con la mirada...es hablar para los que escuchan con el corazón...es simplemente hablar en silencio....
ResponderBorrar¡ un abrazo...de corazón !
Gracias Maite...
BorrarSaludos y Un Sincero Abrazo para ti.