Los ojos que iluminan mi alma.

En el insodable océano de la existencia, tus ojos café son faros que guían mi nave que estaba perdida. Son dos soles que a lo lejos en el horizonte de mi vida van reduciendo las sombras que generan las nubes de una tormenta que amenaza con consumir todo lo que construimos juntos. Cada mirada es un rayo de luz que atraviesa la penumbra, revelando caminos ocultos y senderos olvidados, iluminan el panorama completo y se, donde está mi refugio.

Tus ojos son un par de ventanas al universo, las abro y me asomo dentro, veo una constelacion que brilla con la intensidad de mil luceros, cruzó la línea de tus párpados por completo y veo o no veo nada, profundidad de un mar de oscuridad, entonces como un marinero estelar que descubre una isla en medio de una tormenta que asota su nave, pupilas, rosa de los vientos, me orienta en la negrura de una nada absuluta, el faro que me impide naufragar en el abismo de la soledad que generan los espacios vacios de tanta inmensidad estelar.

Tus ojos café, tan profundos como el océano y tan inmensos como el cielo, ancla que me mantiene firme en medio de la tempestad , el faro que me guía de regreso a casa en la costa,  en la isla, en su brillo, encuentro la fuerza para seguir adelante, el valor para enfrentar cualquier desafío.

En cada parpadeo un destello que cega a los demonios, poesía en clave morse que da sentido a mi existencia, el canto de amor que no puedo escuchar y que resuena como ecos en mi alma y mientras ellos sigan irradiando luz, sé que nunca estaré perdido, porque en su luz, vislumbrare el camino que me lleve hacia ti.

Así como sol padre que corre y recorre distancias inconmesurables y nutre a las flores al amanecer, tus ojos nutren mi alma con su luz, haciendo florecer en mí un jardín de esperanza y amor eterno.