Todo comenzó en el tapiz del cosmos, tú eres la urdimbre que sostiene mi existencia, soy la trama, el hilo dorado que entrelaza mis días con tu existencia, eres alquimia que transforma mis miedos en valor, sueños en realidad, la piedra filosofal, transmutación de un momento simple a un momento dorado, adorado por los dioses.
En el laberinto de mi vida, eres el hilo de Ariadna que me guía hacia la luz, la brújula que siempre apunta al norte de tu amor, y me aleja del Minotauro.
Eres un laberinto de espejos infinitos, mi reflejo se pierde y se encuentra a la vez en ti, laberinto sin fin, donde en ocasiones, en rincones encuentro nuevos tesoros, una nueva emoción por descubrir, cada mirada es un nuevo camino por explorar, un enigma que decifrar, tu voz es un arpa eólica que susurra melodías al viento de mis pensamientos, una sinfonía cósmica que resuena en las profundidades de mi cosmos, tu sonrisa es una supernova, ilumina mi universo interior, disipando las tinieblas de la duda y la soledad, tus ojos son dos galaxias espirales, nacen y mueren estrellas de emociones, ahi encuentro constelaciones de sueños que se entrelazan, se anudan con los míos, formando un cosmos íntimo y único, especial como los conteos cíclicos al 3.
Amo cada átomo de tu ser, desde el aire de tus suspiros hasta el último de de tu cabellos indomables, eres la musa estelar que inspira cada texto en mi libro universal, nuestro amor es un fractal que se repite en la infinidad, nuestro amor es un agujero negro que lo absorbe todo, fuerza gravitacional nos une inexorablemente.
Eres ecuación sin solución, eres el enigma que no se resuelve, la paradoja que desafía la lógica y la razón, bucle temporal que nos lleva una y otra vez al mismo punto de inicio, siempre con una nueva perspectiva, con los triunfos y heridas y aunque el tiempo erosione nuestras vidas salvajemente, mi amor siempre sera un diamante negro indestructible, cuyas caras reflejan la infinita belleza y fortaleza de nuestro vínculo.
En este universo paralelo al mundo tangible que hemos creado, somos partículas subatómicas unidas por una fuerza invisible, una danza cósmica que desafía las leyes físicas.
En ti, encuentro la calma de un lago de cristal y la fuerza de tus parpados, eres el yin y el yang en mis batallas, la luz que ilumina la debilidad de mis demonios, somos principio y fin de todas las cosas, la razón por la cual el universo existe, eres el principio y el fin, el alfa y el omega de mi existencia y aunque el universo se expanda y contraiga, nuestro amor permanecerá inmutable, una constante cósmica que desafía el paso del tiempo.