Sentado, desesperado, un poco cansado de mi mismo,
De escribir solo silencios, de que las letras
Vengan a ser insignificantes para mis musas, para mis lectores.
Pensando un buen tema sobre el cual escribir,
Frente al ordenador, buscando comodidad,
En el mismo sillón de siempre...mente en blanco.
Los duendes corren a la sociedad,
Corren y recorren cuerpo y alma de mi musa,
Y al volver a mi cabeza...tomo el teclado,
Y comienzo a escribir, a desenredar los duendes.
Después de cuatro inviernos al calor de las letras
He aprendido...
Escribir es recibir... Silencios (aunque no siempre es así, algunos si aprecian)
Recibir es venderse... El arte no se vende.
No, no hay precio... Me quedo con el aprecio.