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domingo, abril 28, 2013

Friedrich Wilhelm Nietzsche




Fue un filósofo, poeta y filólogo clásico alemán,
Fue uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX.

 Esta vez no les traigo algunas de las frases mas celebres de este gran señor.

  • "Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti".
  • "El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo".
  • "Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos".
  • "El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices".
  • "Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal".
  • "La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre".
  • "Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómos".
  • "La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio".
  • "Sin música la vida sería un error".
  • "Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes".
  • "Cuantos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar".
  • "El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería."
  • "Es preferible morir a odiar y temer: es preferible morir dos veces a hacerse odiar y temer."
  • "La crueldad es uno de los placeres más antiguos de la humanidad."
  • "La buena memoria es a veces un obstáculo al buen pensamiento."
  • "La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño."
  • "La ventaja de tener mala memoria es que se goza muchas veces de las mismas cosas."
  • "Las personas que brindan su plena confianza creen por ello tener derecho a la nuestra. Es un error de razonamiento: los dones no dan derecho."
  • "Nadie puede construirse el puente sobre el cual hayas de pasar el río de la vida; nadie, a no ser tú."
  • "La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano."
  • "No querer mortificar, no querer herir a nadie, puede ser lo mismo una muestra de justicia como de timidez."
  • "Nada es más necesario que la verdad y, con relación a ella, todo lo demás no tiene más que un valor de segundo orden."
  • "Si solo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran muerto de hambre."
  • "Todo hábito hace nuestra mano más ingeniosa y nuestro genio más torpe."
  • "El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme."
  • "Quien tiene algo por que vivir, es capaz de soportar cualquier como."
  • "Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es más bien condición de ella."
  • "La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido."
  • "Todo idealismo frente a la necesidad es un engaño."
  • "El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro."
  • "Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado."
  • "El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse."
  • "Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder."
  • "Lo que no me mata, me fortalece."
  • "Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan."
  • "Fe significa no querer saber la verdad."
  • "El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa."
  • "La risa es un ser malicioso, pero de conciencia tranquila."
  • "El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo."
  • El mejor amigo tendrá probablemente también la mejor esposa; porque el buen matrimonio descanza en el buen talento de la amistad."
  • "Dios ha muerto, su piedad por el hombre lo ha matado."
  • "Negar a Dios será la única forma de salvar el mundo."  

lunes, marzo 25, 2013

Antologia De poesia y Aviso De Memorias Imaginativas

Esta vez solo les escribo para compartires esta antología de poemas
En la cual se a publicado un poema de mi autoría...
Por ser finalista en un certamen de poesía...

E informarles que no podre estar publicando entradas tan seguido como lo venia haciendo,
Pero si seguiré publicando, eso es seguro Amigos mios.

Y no podre seguir moderando yo solo la comunidad Memorias Imaginativas
Así que por favor cuidenla bien a los que he dejado como moderadores,
Inviten mas personas, hagamos que la comunidad crezca mas!!!
Que el buen arte llegue a las Memorias de tantos otros Imaginantes,
No permitan tanto Spam, ni censuren a nadie!!!!
Dejen que todos publiquen lo que su imaginacion dicte... Carpe Diem!!!


En esta direccion pueden comprar el libro en papel o en Ebook:  El rincon de los curiosos

sábado, febrero 02, 2013

Viaje a La Semilla

Esta vez  les traigo un Cuento algo diferente a los que acostumbramos leer,
El cuento es "Viaje a La Semilla" de Alejo Carpentier


Una obra sin duda interesante.
En la que el protagonista regresa en el tiempo,
Desde su muerte, después su juventud, seguido la infancia,
Hasta llegar al vientre de su madre,
Es un hecho fantástico que en la vida real no sucede,
Cuentos así abren muchos mundos fabulosos para los lectores.

El cuento esta compuesto por 13 partes,
Aquí les dejo la primera...


Alejo Carpentier
(La Habana, 1904-París, 1980)

Viaje a la semilla


I

—¿Qué quieres, viejo?...
Varias veces cayó la pregunta de lo alto de los andamios. Pero el viejo no respondía. Andaba de un lugar a otro, fisgoneando, sacándose de la garganta un largo monólogo de frases incomprensibles. Ya habían descendido las tejas, cubriendo los canteros muertos con su mosaico de barro cocido. Arriba, los picos desprendían piedras de mampostería, haciéndolas rodar por canales de madera, con gran revuelo de cales y de yesos. Y por las almenas sucesivas que iban desdentando las murallas aparecían —despojados de su secreto— cielos rasos ovales o cuadrados, cornisas, guirnaldas, dentículos, astrágalos, y papeles encolados que colgaban de los testeros como viejas pieles de serpiente en muda. Presenciando la demolición, una Ceres con la nariz rota y el peplo desvaído, veteado de negro el tocado de mieses, se erguía en el traspatio, sobre su fuente de mascarones borrosos. Visitados por el sol en horas de sombra, los peces grises del estanque bostezaban en agua musgosa y tibia, mirando con el ojo redondo aquellos obreros, negros sobre claro de cielo, que iban rebajando la altura secular de la casa. El viejo se había sentado, con el cayado apuntalándole la barba, al pie de la estatua. Miraba el subir y bajar de cubos en que viajaban restos apreciables. Oíanse, en sordina, los rumores de la calle mientras, arriba, las poleas concertaban, sobre ritmos de hierro con piedra, sus gorjeos de aves desagradables y pechugonas.
Dieron las cinco. Las cornisas y entablamentos se desploblaron. Sólo quedaron escaleras de mano, preparando el salto del día siguiente. El aire se hizo más fresco, aligerado de sudores, blasfemias, chirridos de cuerdas, ejes que pedían alcuzas y palmadas en torsos pringosos. Para la casa mondada el crepúsculo llegaba más pronto. Se vestía de sombras en horas en que su ya caída balaustrada superior solía regalar a las fachadas algún relumbre de sol. La Ceres apretaba los labios. Por primera vez las habitaciones dormirían sin persianas, abiertas sobre un paisaje de escombros.
Contrariando sus apetencias, varios capiteles yacían entre las hierbas. Las hojas de acanto descubrían su condición vegetal. Una enredadera aventuró sus tentáculos hacia la voluta jónica, atraída por un aire de familia. Cuando cayó la noche, la casa estaba más cerca de la tierra. Un marco de puerta se erguía aún, en lo alto, con tablas de sombras suspendidas de sus bisagras desorientadas.

Aquí podrás leer el cuento completo: Viaje a la semilla

jueves, enero 17, 2013

Canto a Mi Mismo I

WALT WHITMAN
(1819 – 1892)

Les traigo el primero de los 52 fragmentos
Que componen "canto a mi mismo" de walt whitman

I

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.


Vago…… e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
par ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que me muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Se cuál es mi misión y no lo olvidaré;
que nadie lo olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.

domingo, enero 13, 2013

Tu Mirada

Esta vez les traigo un poema de Walt Whitman
Es un poema que habla de un amor no correspondido

La obra más emblemática del poeta estadounidense Walt Whitman
Es sin duda, Hojas de hierba, un libro inmenso y lleno de sentiminetos positivos
El cual contiene el famoso poema "Canto a mí mismo.":
Que en otra ocasion les compartire...


walt whitman 

(1819-1892)

Tu mirada


Me miraste a los ojos, penetrando,
en lo más profundo de mi alma.
El cristal azul de tus pupilas,
me mostraba, mi imagen reflejada.

Me miraste y pediste temblorosa
que un te amo, saliera de mis labios,
pero ellos ya no tienen más palabras
pues los golpes de la vida los han cerrado.


Me miraste y tu pelo se erizaba,
y una gota redonda en tu pupila
que brotó, de un corazón roto
y cayó recorriendo tu mejilla.

Me miraste y tu rostro empapado
me exigía una palabra, una respuesta,
y mentí diciéndote te amo
por ganar de tu cara una sonrisa.

                                             Versión de Leandro Wolfson

sábado, enero 12, 2013

El Cuervo

Hoy les compartiré un poema de Edgar Allan Poe

El Cuervo publicado el año de 1845
Es el poema con el cual poe
Se hizo muy popular en aquella epoca.
Pero aun asi solo gano 9 dollares con dicho poema.
Es el poema mas conocido de poe.
Es un poema narrativo 
Narra la visita de un cuervo negro
A un tipo al cual le ha fallecido su amada
de nombre Leonor,
El cuervo habla,
Pero solo Repite constantemente la frase "NUNCA MAS"



    Edgar Allan Poe

     (Boston, 1809 - Baltimore, 1849)

el cuervo




Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!