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viernes, enero 31, 2025

Entrelazamiento Cuántico

Somos un delicado equilibrio entre dos seres, que nunca son idénticos pero que existen en un constante diálogo.

Tu y yo somos partículas separadas por el bigbang, inseparables en esencia.

Cuando tú vibras, respondo, cuando me muevo, cambias, no somos el reflejo exacto del otro, sino el eco de lo que somos juntos.

No es que seamos lo mismo, tu eres universo aveces y yo constelación, esto en un vaivén perfecto, tambien yo soy marea y tu la fuerza que la mueve, somos distintos, pero nuestras diferencias danzan en un baile armonioso un vaivén, cuando oscureces, mi luz se fragmenta en los dos y cuando callo, tu voz es la plata que me responde como eco cuántico.


Reaccionamos uno al otro como las estrellas y el tiempo a la gravedad, como las notas musicales a el viento y los golpes, no hay antes ni después, no hay distancia o líneas divisorias, hay un ahora eterno en el cual existimos entrelazados, donde cada acción es respuesta, y cada pausa es sucedida en el pasado y futuro de una acción.

Tu eres la prueba de que la dualidad no existe, somos dos y somos uno, indivisibles en la danza infinita de lo que no se puede explicar, pero sí sentir, somos un entrelazamiento cuántico.

viernes, enero 24, 2025

Detrás del cielo

Fui tan lejos, le traspase y no se cómo volver, debí detenerme en el cielo o mejor aún, bajo la lupa de la razón, debí dejar mis pies en la tierra, aqui no hay caminos marcados, pues nadie nunca piso este lugar dentro de mi, detrás del cielo.

Ahí se esconde  la verdad, lo absoluto, detrás del cielo se encuentra la traición, detrás de ahí, de lo bello de la máscara estelar se encuentran tus mentiras, lo falso que se puede llegar a ser después de la verdad de ver qué en verdad eran mentiras, las animas de lo que ahuevo arrastre junto a la moribunda felicidad, tranquilidad.

Detrás del cielo no se sonreír, alguna vez lo supe?
Detrás del cielo no existe un horizonte que me salve de estar aquí conmigo.
Detrás del cielo soy yo, me encuentro de verdad, y no le sonrió al espejo, pero a él no le puedo mentir, ya sufrió demasiado.
Ya sufrió en silencio, zurzir los labios con el peso de la balanza aunque nada de lo que arrojas tenga un gramo de relevancia comparado con el plomo de la verdad.
Detrás del cielo aquí me quiero quedar.